martes, 5 de diciembre de 2017

Mueble vitrina - Anticuario

    



                        He vivido muchos años en Berna, la capital de Suiza y digo esto porque a lo largo del tiempo me he encontrado con numerosas personas que casi desconocían Berna y creían que la capital era Ginebra o Zúrich.
               Berna es una ciudad pequeña, preciosa, de estilo medieval con un gran casco antiguo, con innumerables callejuelas, con edificios, portales, tiendas antiguas que son una maravilla. Toda esta zona tiene soportales que, en un clima como el suizo, son muy bienvenidos. Está perfectamente conservada, es Patrimonio de la Unesco y a quien le interese le recomiendo Google donde hay numerosa e interesante información y fotos.
          Las cuatro calles centrales son la Gerechtigkeitgasse, que empieza en el puente a cuyo otro extremo se encuentra la famosa Fosa de los Osos, símbolo de la ciudad y reflejado en su bandera.  Luego la Kramgasse y el famoso reloj y al otro lado de la torre empieza la Marktgasse que  desemboca en la Spitalgasse.
          Por todo el casco antiguo hay repartidas 11 fuentes medievales, instaladas en el centro de la calzada, con estatuas policromadas con diversas leyendas y adornadas con geranios rojos que también decoran profusamente todos los edificios.
                De las cuatro calles que he mencionado se podría decir que en las dos primeras es donde se agrupan anticuarios, galerías de arte, joyerías y comercios de alta gama, en general muy singulares.  La Marktgasse esta repleta de comercios actuales, supermercados y es la más concurrida, pero todo dentro del mismo estilo sin dar lugar a estridencias comerciales. La Spitalgasse es también comercial pero de un comercio más exclusivo y exquisito, con grandes tiendas de mucha clase, confiterías, floristerías y delikatessen, o sea exquisiteces como ya explico en Mi Tienda Preferida. Una mención especial para Globus, que es verdaderamente excepcional,  a la altura de las mejores tiendas de Londres y París.
                   Todo esto en una ciudad de 138.000 habitantes. Como Salamanca o Teruel. Claro que en Suiza todo es Liliput, mucho más pequeño. Ginebra y Basilea tienen, más o menos, los mismos habitantes que Santander o San Sebastián. Zúrich, el centro bancario y financiero mundial, es como Bilbao o Alicante.  Hay más de una docena de ciudades en España que son mucho más grandes y  más pobladas que las tres ciudades importantes de Suiza.
                    Me ha sorprendido a lo largo de los años cuando me he encontrado con españoles que estaban haciendo un viaje por Suiza que, en su recorrido, rara vez incluían a Berna. Siempre es Interlaken, que no tiene nada de particular, aparte la vista de los Alpes y Lucerna, por su famoso puente. Pero nada más!! Si vais a Suiza, que es un país precioso, limpio, ordenado y .......carísimo eso sí, os recomiendo vivamente que no dejéis de visitar Berna!!
                  
                   Pues yo era asidua de los anticuarios de Berna. Me encantaba ir por los soportales, viendo escaparates, entrar en alguna tienda, visitar las galerías de arte. Tengo algunos muebles y objetos muy bonitos que he adquirido a lo largo de los años y entre ellos, el que os presento hoy.
               Es un precioso mueble vitrina, que tiene forma rectangular, una altura de 70 cms, ventanas de cristal por los cuatro lados y que es ideal para tenerlo al lado de un sofá.  Es más alto que los habituales y queda muy decorativo, por ejemplo con una lámpara de biblioteca.


                     Un día se me ocurrió que podría servir para escaparate de las incontables miniaturas que he atesorado a lo largo de los años y lo he convertido en salón de exposición itinerante para las ideas que se me van ocurriendo.
                      La primera fue este anticuario:












                           Una de las cosas que más echo de menos de Berna es que, siendo una ciudad tan pequeña,  tenía unas posibilidades estupendas para aficionados a las manualidades y bricolaje y ciertamente para los miniaturistas.
                             Hay dos grandes comercios de dos plantas con tal infinidad de materiales y objetos que sería imposible mencionar y que abarcan todo tipo de manualidades, a las que los suizos son muy aficionados. Yo he entrado en esas tiendas un poco a ciegas y sin saber exactamente que quería o necesitaba y he salido con la mente llena de proyectos.  Es un paraíso. 
                          Luego cuando se conoce bien el comercio hay otras tiendas de índole general que pueden proporcionar objetos muy económicos. Y finalmente los "brocantes" tiendas de segunda mano de organizaciones de caridad que entre todo lo habitual, a veces tienen artículos de porcelana y otros, absolutas gangas. En esos comercios hay muchas, muchísimas miniaturas.
                          Por eso me vine cargada de tesoros, comprados a lo largo de los años y sin un propósito especifico y que voy utilizando aquí y allá. En este montaje de anticuario se pueden ver infinidad.  Hecho por mí son las tres alfombras de la izquierda y los cuadros y platos que llenan todas las paredes.
                                  
                    
                       Y otro año, un anticuario diferente este con alfombras grandes hechas por mi y que tiene de mi creación los libros y los cuadros








La próxima vez os enseñaré otras creaciones que he hecho en este mueble vitrina!