sábado, 16 de junio de 2018

Mercadillo Semanal



                     
              Tenía por casa unos listones de madera de balsa, que compré en alguna ocasión para algún proyecto que no llegué a realizar. La madera de balsa es muy blanda y se trabaja muy bien. Un día que me tropecé, una vez más, con estos listones, pensé que tendría que darle algún uso y no sé bien cómo, decidí hacer puestos de mercadillo.

                 Además tenía también muestras de tapicería, desechados por alguna tienda por estar caducos, que cayeron en su día en mis manos. Son trozos de tela muy pequeños, pero de calidad fuerte y muy adecuados para estores, toldos, cortinas.

               Con estos dos elementos, saqué mi caja de restos de troquelados de kits y me puse manos a la obra. Una vez hecho el primer puesto, los siguientes vinieron rodados, cambiando pintura, toldos y terminación.

             En Bruselas hay un mercadillo, todos los viernes, exclusivamente de comida y algunas plantas, que está siempre muy animado porque la gente acude para sus compras de fin de semana y llevarse también comida preparada. Y dediqué mis primeros puestos a alimentación, comida preparada y flores.

                     Creo que ya he comentado en alguna entrada, mi manía de hacer mucha cantidad de las cosas que hago. No sé si es porque pienso que luego me dará pereza sacar otra vez los materiales y herramientas. Por eso, tengo excedentes de casi todo lo que hago y están muy bien clasificados en cajas, por eso solo tuve que recurrir a estas cajas para montar mis preciosos puestos.




E





















         En la parte más visible y central del mercadillo, dos puestos:  uno de comida preparada y otro de dulces.







                 

                            










Una vez terminados, el problema era cómo colocarlos y dónde ponerlos porque ocupaban bastante espacio. Compré una tabla de contrachapado fino de 90x40, puse un papel adhesivo que tenía de hace muchos años y que imitaba pavimento, corté trozos adecuados de una alfombrilla imitando césped y añadí unos arbolitos y una valla y quedó así:








     
              









                 


En algún otro capítulo he referido que Suiza es un paraíso para los miniaturistas porque tiene comercios especializados donde encuentras de todo y además ideas!!!   a precio suizo, bien cierto.
                      Desde que llegué a Alicante, afortunadamente ya existe internet y la venta por correspondencia ya que no existen comercios especializados. Pero he encontrado una verdadera mina en el mercado chino. Hay 4 o 5 almacenes grandes donde con  paciencia y buscando se puede encontrar muchas cosas interesantes y.... baratísimas. Mucha mercería, abalorios y artículos sorprendentes e inusuales.
              Por ejemplo el césped de este mercadillo es una alfombrilla que me costó un euro y recorté pegándola a la tabla con celo doble cara. Los árboles son ramas de adorno, que yo desmonto y convierto en árboles o plantas. Y la valla la encontré por casualidad y pensé que era justo lo que necesitaba para este proyecto.


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